26 ago 2009

Cristina Gallardo

La bestia


Circundo tu cuello,

las palpitantes sienes

Obsequias la armonía cautiva de tu armadura

Latido desbordando la fisura de cada veta en el mañío

- Trazos a tientas -

diseño perfecto que ciñe los contras de tu aliento

Ansioso doblez preparando heridas venideras

Deshaces

Desmenuzas

Devienes

A cincuenta años, antes del espasmo

Te absorbes, sabes que tiembla tu sueño Sur flotante

Paladas, barro en las encías, Paladas

El río zumbando muertes,

Dos días antes, el mar exiliando arenales de piel

Aleteos

Graznidos

Monumentos

Hombres venidos de los tiempos sin espejo

Tres diques de tierra bajo los brazos excavadores,

montañas soberbias en medio de un caudal furioso

Paladas, agua turbia en las miradas, paladas

Mil novecientos sesenta bajo mi ojo anónimo

Tallo las líneas desde donde se escribe el desastre

Mayo y ocho metros de mar sobre una bahía

Mayo y un Riñihue aprisionado en su celda

Sudor humano de hombre incauto

Agujeros merodeando venas de muerte

Borrones a medio tiempo en la historia, más de un juguete perdido en la hazaña

Y un espejo de mano trizado en la desventura.

Era el mar el que hacía señales de sol al lago por las tardes somnolientas

Soy además esa que se queda en el camino, registro

la que insiste en quebrarse,

doblarse,

consumirse,

asolearse,

morderse,

conmoverse,

discutirse,

aventurarse,

desventurarse,

la Magdalena, la Bovary, la Medea,

la fuerte,

la débil,

la ausente,

la imperfecta,

la puta,

la virgen,

la sin razón,

la loca,

la perdida,

la loba que en un rincón lame las heridas…


Muda de piel

“Tu aullido esta vez, quiera dios, no se va a oír
en la prisión.”
Redonditos de Ricota.

La loba me está mirando,
me acecha desde su rincón en sombra
mientras, se lame la herida
Esta loba quiere morderme el brazo
para reírse a carcajadas de mi
Esta loba quiere reírse de mi
de lo que soy
de la ternura ilusa que tengo
Esta loba quiere callarme
arrancarme la lengua de una uñada
me quiere sangrar
La loba quiere que sangre mi hembra
quiere dolerme, quiere triunfar sobre mi boca menta
Esta loba sabe que me estoy mintiendo
sabe que me huyo, que me amortajo
Me abalanzo sobre ella, la muerdo, le hundo los dientes
le robo el celo y con mi hocico lleno de sangre
comienzo desde las dalias
a lamerme la herida.


Pasos en el Limbo


Es el olvido el que se esconde en los charcos.

Camina, matizando las veredas de amarillo estival,

camina, quemando las heridas ásperas,

afanándose en un equipaje ajeno

fuma, deletrea las pisadas de los otros,

cabalga, deambula, Nos espía

en el borde del lirio, abrazando la agudeza de la lluvia,

no hay cines, ni agujeros para jugar un rato al tiempo

hay nudos de garganta, goteras sobre el pecho;

colirio en los rincones añejos de un pueblo que no gira hacia fuera.

La fiebre no abandona el cuerpo,

contengo la hoguera,

vicios de café, de cigarrillos de mentol,

cierta frescura ficticia golpea mis miedos.

A media tarde, frente al ventanal deletreo cartas no enviadas

me visto de otros nombres, de velos traspuestos por la chimenea.

La radio anuncia los grados bajo cero.

Los transeúntes del Limbo ofrendan su vida al viento;

no se van, no huyen avergonzados,

no acarician la esperanza de una jugada en la ruleta.

Se buscan en cada ojo a las siete de la tarde

en cada círculo de una rutina que no pesa en las mañanas.

Es la memoria la que vive con nosotros,

detrás de cada escuela,

frente a cada negocio de esquina

corona en cada sorbo al héroe de una resistencia íntima,

confidente de un reloj desajustado.


Niñala


Quiere vestirse de tormenta la loca ausente

Quiere atragantarse de escalinatas violetas

Quiere ser apenas un reflejo en las aceras lastimadas

Quiere irse del Limbo sediento

Quiere morirse en otro cementerio la insolente

Quiere aprender a ser hembra en otro lugar

Como si en otro lugar se pudiera encontrar destino

Se arrepiente la niña loca a mitad de camino

No habla la niña muerta en las fronteras

No se ultraja con palabras secas

Al cristo de los pecados grita

Se tira el pelo la tonta, se golpea el vientre la cabra lesa

Como si su vientre no doliera en los ojos de la madre

Quiere teñirse el pelo la mocosa

Quiere pintarse la boca roja la mezquina

Quiere irse con ese último hombre

A ver si encuentra palabras dulces en esas manos

Quiere despertar un día y saber que ella

también tiene una banda sonora

Cuando le da por hacer el amor

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